-Vigilar el contacto no sólo del talón con el suelo sino de todo el pie antes de iniciar la fase de despegue.
-Postura y ritmo general de la marcha.
-Evaluar periódicamente para observar los progresos.
-Sincronización y velocidad del movimiento de las extremidades.
-Plantear como dificultad en progresión la irregularidad del terreno.
-Longitud del paso.
-Posible déficit de equilibrio.
-La grabación de la marcha es positiva tanto para el paciente como el fisioterapeuta.
-Observar la regularidad del paso en cuanto a la amplitud de la zancada.