La listeriosis es una infección debida a la bacteria Listeria monocytogenes. Una zoonosis poco frecuente en humanos, pero extremadamente grave. Tiene poca morbilidad, pero muy alta mortalidad (30 %), que en el caso de grupos sensibles se eleva aún más (hasta un 70 %).
Contaminación
La contaminación tiene lugar, generalmente, durante el consumo de alimentos que contienen la bacteria responsable de la enfermedad. Entre estos alimentos están la leche cruda, queso elaborado con esta leche, carne cruda o mal cocida, verduras crudas, embutidos, patés, quesos frescos o poco curados (camembert, brie…). La mujer puede transmitir el bacilo al feto durante el embarazo (por medio de la placenta) o en el momento del parto.
Signos y síntomas
La enfermedad afecta principalmente a adultos mayores, personas con sistemas inmunológicos debilitados, mujeres embarazadas y recién nacidos. Rara vez, las personas sin estos factores de riesgo también pueden verse afectadas. Una persona con listeriosis generalmente tiene fiebre y dolores musculares, a menudo precedidos por diarrea u otros síntomas gastrointestinales. Casi todos los que son diagnosticados con listeriosis tienen infección invasiva (lo que significa que las bacterias se propagan desde sus intestinos a su torrente sanguíneo u otros sitios del cuerpo). La enfermedad puede ocurrir hasta dos meses después de comer alimentos contaminados.
Los síntomas varían con la persona infectada:
- Personas de alto riesgo distintas de las mujeres embarazadas: Los síntomas pueden incluir fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, rigidez del cuello, confusión, pérdida de equilibrio y convulsiones.
- Mujeres embarazadas: Las mujeres embarazadas suelen experimentar sólo una enfermedad leve, parecida a la gripe. Sin embargo, las infecciones durante el embarazo pueden conducir a aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infección potencialmente mortal del recién nacido.
- Personas previamente sanas: Las personas que antes eran sanas pero estaban expuestas a una dosis muy grande de Listeria pueden desarrollar una enfermedad no invasiva (lo que significa que las bacterias no se han diseminado en su torrente sanguíneo u otros sitios del cuerpo). Los síntomas pueden incluir diarrea y fiebre.