La inclusión de los dispositivos anti-atragantamiento otorga una herramienta directa y accesible a la población general y especializada en el manejo de la obstrucción de las vías aéreas por cuerpo extraño. Hasta ahora solo se reconocía la maniobra de Heimlich que no sirve para toda la población.
Según Primitivo Ramos, el coordinador médico asistencial de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), desde que este organismo adquirió el dispositivo más seguro para actuar contra los atragantamientos, se ha utilizado en 28 adultos y dos niños,en todas las residencias de mayores, en centros para personas con discapacidad intelectual y en centros de menores, con resultados satisfactorios, estimando que se han salvado de complicaciones e incluso de la muerte.
«Los profesionales, debemos esforzarnos efectuando un registro de los episodios de atragantamientos, de la utilización de estos dispositivos y de sus resultados. Solo así dispondremos de datos de una manera rigurosa, cuando en estos registros se constate la causa inmediata, fundamental y final de la muerte, ya que actualmente algunos registros pasan por alto estos episodios. A partir de aquí dispondríamos de muchos más datos para establecer estrategias preventivas en este sentido», ha señalado.
Un 50% de los usuarios de las residencias de mayores o de personas con discapacidad intelectual de la AMAS sufren disfagia orofaringea, dificultad para tragar y coordinar sus reflejos de coordinación neuromotora para la deglución.
Estos datos son los que nos llevaron a concluir que tenemos un problema muy prevalente y que había que intentar atajarlo dentro del Plan Estratégico que se aprobó en 2016 para modernizar y mejorar la calidad de la atención de los centros y que apuesta encendidamente por la seguridad. «Pretendemos que aproximadamente las 8.000 personas a las que atendemos vivan más cómodas, más seguras y que la atención que les prestamos sea más personalizada», ha dicho Ramos.
UNOS 2.700 FALLECIMIENTOS
En España, cada año fallecen unas 2.700 personas por asfixia debida a atragantamiento y ahogamientos, de los que en torno a 1.900 son por atragantamientos, (casi 6 personas cada día). Un porcentaje muy elevado se producen en colectivos como los que atiende la AMAS: niños y personas mayores,en los que, o no han madurado el reflejo deglutorio o en el caso de los mayores que empieza a involucionar y personas que sufren disfagia orofaríngea (dificultad para masticar, tragar o deglutir desde la boca a la faringe) por tener comprometida la coordinación neuromotora para masticar y deglutir de manera adecuada, (capacidad para empujar la comida a través de la faringe al esófago y de evitar su entrada en la vía aérea).
Ante esta población más vulnerable cuando se produce el accidente debemos actuar según hemos aprendido en los cursos de primeros auxilios. En este sentido, el coordinador médico asistencial de la Agencia Madrileña de Atención Social explica que «no vamos a cuestionar la metodología científica demostrada pero hay una variable decisiva en todo este proceso, que es la calma. Tanto del que sufre el atragantamiento, como la del que le está auxiliando. La eficacia de la maniobra de Heimlich en una clase teórica es mucho mayor que en el caso real. En personas con demencia, por ejemplo, el paciente no colabora sino que al excitarse impide el trabajo del terapeuta o persona que le auxilia».
NO NECESITA COLABORACIÓN DEL SUJETO
Por este motivo desde la AMAS, hemos apostado encendidamente por implementar el grado de seguridad, adquiriendo dispositivos antiatragantamientos para todos los centros, dependiendo de cuántos comedores y cuántas personas vulnerables hay en cada uno.
Una ventaja incomparable del dispositivo es que se ha demostrado que no necesita colaboración del sujeto y que genera una potencia de presión negativa de 3 a 5 veces superior a la que cualquier humano podría generar con la Maniobra de Heimlich.
Los dispositivos médicos antiatragantamiento forman parte de la mejora de infraestructuras y equipamientos que necesita el 50-60% de las personas atendidas en la AMAS con problemas neurodegenererativos, demencias, esclerosis, así como trastornos psiquiátricos.
Uno de los dispositivos es Dechoker, el cual está disponible en tres tamaños tanto para bebés a partir de doce meses, adultos a partir de doce años , embarazadas y ancianos y niños hasta doce años.
El dispositivo permite a cualquier persona hacer frente a una emergencia pro atragantamiento tanto en hogares, familias, colegios, restaurantes y colectividades. Además, en el ámbito profesional, permite a los servicios de emergencia actuar de forma más rápida y eficaz.
Fuente: Consalud