Esta prueba se utiliza para determinar posibles alteraciones atáxicas.
Posición del paciente: En sedestación, con los brazos paralelos al cuerpo y la manos reposando sobre los muslos.
Posición del fisioterapeuta: En bipedestación, a un lado del paciente, observándolo.
Ejecución del test: El fisioterapeuta pide al paciente que se ponga en bipedestación y que inicie la marcha. Recorridos unos metros, le pide de repente que se detenga y gire sobre sí mismo.
Interpretación del test: Un paciente con problemas atáxicos es incapaz de llevar a cabo estos movimientos de forma precisa, coordinada y rápida. Este tipo de pacientes presenta muchas oscilaciones, movimientos lentos y vacilaciones. En este caso la prueba se considera positiva.
De la misma forma, el fisioterapeuta le puede pedir como parte de la prueba que suba y baje escalones, que ande de espaldas o que lo haga con los ojos cerrados.
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