Este test se utiliza para la valoración de la sensibilidad superficial dolorosa del paciente.
Posición del paciente: Sentado, en decúbito supino, en decúbito prono o de pie.
Posición del fisioterapeuta: Al lado del paciente, tomando la zona que quiere evaluar, de forma que en todo momento le explique aquello que vaya a hacer, haciéndole preguntas sobre lo que se está evaluando y valorando la discriminación que puede hacer.
Ejecución del test: Con la ayuda de una aguja con un extremo fino y otro romo, el fisioterapeuta realiza un estímulo con ambos extremos de forma aleatoria y sin avisar, preguntando al paciente si la estimulación se está haciendo con el extremo punzante o con el extremo romo, así como el lugar de aplicación. El paciente debe tener los ojos cerrados.
Interpretación del test: El test es positivo si el paciente no es capaz de diferenciar si la aplicación del estímulo se está haciendo con el extremo romo o con el extremo punzante. También es positivo si no sabe diferenciar la zona en la que se está realizando el estímulo. Con esta prueba se puede determinar una alteración en la sensibilidad dolorosa del paciente, que se debe confirmar con la realización de pruebas más específicas que clarifiquen y encuadren el nivel medular afectado.