El dolor de espalda es una de las dolencias de más trascendencia y frecuencia en nuestra sociedad, apareciendo con mayor incidencia a partir de los 30 años, y cada vez también con más frecuencia en niños, ya que van adquiriendo a lo largo de su desarrollo malas posturas al sentarse, agacharse, andar… Aunque ahora es más común debido a la cantidad enorme de tiempo que pasamos sentados delante de las pantallas. El trabajo de un fisioterapeuta es de gran ayuda y ahora la tecnología también se ha adentrado en este ámbito.
Después de más de cinco años de investigación y trabajo en el campo de la medicina, nace ADAMO ROBOT, una solución que acompaña al fisioterapeuta y que utiliza tecnología robótica para el tratamiento de patologías músculo esqueléticas.
El concepto de tratamiento robótico ADAMO, bajo la compañía de Inspiraría, se basa en un método de fisioterapia usado ampliamente por fisioterapeutas que consiste en aplicar presión continua sobre PGM (puntos gatillo miofasciales). Estos puntos deben ser definidos por un profesional sanitario (médico o fisioterapeuta) y así determinar la existencia de la patología que pueda ser tratada con ADAMO.
Este robot colaborativo es 100% seguro y ya se han desarrollado 3 prototipos funcionales probados con gran éxito en clínicas y hospitales antes de plantarse su salida comercial.
El proyecto nace en Oviedo después de 5 años de ensayos clínicos y mejoras contrastadas con pacientes gracias a tecnología puntera. Finalmente, se puede decir que ADAMO ha desarrollado la tecnología robótica más innovadora dentro del área, su función consiste en que realizar una presión con aire comprimido de entre 4 a 8 bares de presión lo que produce los efectos deseados en la espalda del paciente.
El funcionamiento de ADAMO
ADAMO basa su funcionamiento en un programa informático que controla al robot manipulador, el cual, y por medio de unas cámaras instaladas en su extremo, debe encontrar en cada sesión los puntos de tratamiento en el paciente definidos previamente por el profesional sanitario y aplicar el aire a presión necesaria. Esta presión es generada por medio de una boquilla de aire comprimido integrada en un manípulo instalado en el extremo del robot.
Un punto gatillo es como una zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido. Este mecanismo funciona porque la presión permite la liberación neurotransmisores relacionados con el dolor en el asta posterior de la médula y sobre todo el bloqueo de la activación de la microglía responsable de la sensibilización algésica central y del dolor neuropático.
En resumen, el robot hará que tus dolores disminuyan. Este proyecto es muy importante, ya que no solo se trata de un trabajo colaborativo entre médico y robot, sino que también respeta el conocimiento y tacto humano haciendo imprescindible un diagnóstico previo al tratamiento. De hecho, el nombre de ADAMO refleja esa intención de crear un robot hecho a imagen y semejanza del fisioterapeuta, por eso hace referencia al fresco ‘La creación de Adamo’ de la Capilla Sixtina.
Fuente: 20 minutos