No hay evidencia científica que valoren claramente la relación beneficio y riesgo del uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) durante las primeras 48 horas tras la lesión muscular.
Ha sido un tema de gran debate ya que su uso, estaría a favor de disminuir y retrasar la fase inflamatoria que se inicia a las 24 horas y que desencadenaría todos los mecanismos de regeneración posteriores, es decir, se evitaría la llegada de células inflamatorias y esto retrasaría el proceso de regeneración hística.
El debate proviene del hecho de que puede considerarse que el uso no continuado de AINE durante las primeras 48 horas no es perjudicial y no interfieren en la fase de regeneración.