La conducción es el mecanismo de intercambio de energía entre regiones con temperatura diferente, de regiones más calientes a otras más frías, que se consigue mediante colisión molecular directa.
La energía así transferida causa un incremento de la vibración de las moléculas, que se transmite a moléculas adyacentes.
La aplicación de una bolsa de frío a la superficie de la piel causa enfriamiento cutáneo mediante conducción de calor desde la piel caliente, y con una bolsa de calor ocurre lo contrario.
La velocidad de transferencia de calor depende de la diferencia de temperatura entre las regiones en contacto, el área de superficie de contacto en la transición y la conductividad térmica de los materiales en contacto.
Los metales son mejores conductores que la madera y el agua es mejor conductora que el aire.