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Este lunes 3 de octubre, el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga ha dejado visto para sentencia el juicio a una fisioterapeuta denunciada por un supuesto delito de intrusismo, como va anunciamos en Diario Veterinario. La Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (CEVE Málaga), que inició la vía penal, y el Colegio de Veterinarios de Málaga, denuncian que presuntamente ofrecía tratamiento a animales sin tener la formación ni la titulación necesarias para hacerlo.
En 2018, CEVE Málaga presentó una querella por un presunto delito de intrusismo contra una fisioterapeuta de Coín por supuestamente ejercer tratamiento y diagnóstico sobre animales. CEVE Málaga presentó la denuncia porque los empresarios sospechaban que el servicio de rehabilitación de animales de compañía “lo ofrecían sin el concurso del profesional adecuado”, explica Jesús A. Gutiérrez, presidente de CEVE Málaga.
Al estudiar la legislación vigente, la asociación concluyó que los servicios de rehabilitación o fisioterapia a animales “corresponden en exclusiva a los veterinarios”, aunque existen empresas que este servicio lo ofrecen fisioterapeutas. “Esto supone una competencia desleal”, asegura Gutiérrez, porque, según comenta, «emplean profesionales que no son adecuados para ofrecer los servicios que dan, mientras que las empresas veterinarias utilizan los profesionales adecuados, que son los veterinarios”. En consecuencia, “en defensa de los intereses empresariales, recurrimos a los tribunales por la vía del intrusismo profesional”, añade.
En un primer momento la organización colegial malagueña “no inició acciones legales”, lamenta Jesús Gutiérrez. Fue en 2020, cuando Juan Antonio de Luque fue elegido presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, que la institución colegial ve conveniente adherirse. De Luque explica que “se estaba juzgando no solo el sector veterinario, sino la profesión veterinaria, y esta no estaba presente”, por lo que se adhirió a la acusación en febrero de 2021.
La defensa se ha adherido a lo solicitado por fiscalía, libre absolución, la acusación particular condena a 18 meses de prisión. En su fase inicial, tanto fiscalía como defensa solicitaron el archivo de la causa, pero este previa oposición al recurso de apelación fue rechazada, informando que la causa debía seguir debido a que había indicios de un posible delito de intrusismo y basándose en las pruebas aportadas por la acusación, con especial relevancia de la consulta realizada al Consejo de Estado.
JUICIO HISTÓRICO
El juicio es el primero de estas características. Cabe recordar que en 2020 el Consejo de Estado dictaminó que “las competencias de fisioterapia equina eran de los veterinarios, y se puede extrapolar a la fisioterapia canina”, asegura de Luque.
El Colegio de Veterinarios de Málaga recalca que “necesitamos tener la certeza jurídica de que los veterinarios somos los profesionales que tratamos a los animales”. La acusación espera que la sentencia sea favorable a sus intereses, pero si no fuese así “vamos a llegar hasta las últimas instancias, hasta el Tribunal Supremo”, asegura.
“Es un juicio histórico”, declara el presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, y reivindica que es necesario clarificar, “de una vez por todas”, si un fisioterapeuta puede o no ejercer con animales. La organización colegial malagueña, con el dictamen del Consejo de Estado de 2020, tiene “preparada una batería de denuncias contra fisioterapeutas”, a la espera de la sentencia de este juicio.
Que en este procedimiento vayan de la mano tanto la patronal veterinaria como la organización colegial veterinaria de la provincia de Málaga permitirá “defender una doble vertiente, tanto el ejercicio correcto de la profesión veterinaria como el correcto ejercicio empresarial”, ensalza Jesús Gutiérrez: “evitará por un lado el intrusismo, y por otro la competencia desleal”.
Fuente: Diarioveterinario
