• Grandes áreas o a intensidad suficiente para elevar la temperatura corporal, en mujeres embarazadas.
• Regiones con neoplasia conocida o sospecha de la misma.
• Tejidos infectados o personas con tuberculosis.
• Personas con trombosis venosa profunda activa o tromboflebitis.
• Áreas con deterioro de la sensibilidad que impiden que los pacientes puedan advertir al fisioterapeuta, de forma precisa y oportuna, de eventos adversos o no deseados.
• Tejidos con hemorragia activa o personas con trastornos hemorrágicos no tratados.
• Tejidos radiados recientemente.
• Grandes áreas o a intensidad suficiente como para elevar la temperatura corporal, en personas con enfermedad cardiaca grave o
con insuficiencia cardiaca.
• Personas con déficits cognitivos o de comunicación tales que les impidan advertir al fisioterapeuta, de forma precisa y oportuna,
de eventos adversos o no deseados.
• Zonas con problemas de circulación.
• Tejidos inflamados como resultado de una lesión reciente o exacerbación de una condición inflamatoria crónica.
• Áreas afectadas por enfermedades de la piel sensibles al calor (por ejemplo, eccema).
• Áreas con deterioro o daños en la piel, a través de los cuales pueda producirse una conducción irregular de calor.
• Áreas con edema grave.
• Órganos reproductores (testículos).