Es una deformidad compleja que afecta a una gran variedad de estructuras del pie y la pierna, aunque las anomalías anatómicas más importantes se encuentran en el retropié.
La compresión de éstas será fundamental para realizar adecuadamente las maniobras de manipulación correctoras del pie:
– Astrágalo: el cuello del astrágalo se desvía en dirección medial y plantar; de esa forma, la carilla articular anterior se coloca medialmente. Actualmente se acepta que esta deformidad es la primera en el pie zambo.
– Escafoides: se desplaza medialmente y se subluxa con relación a la cabeza del astrágalo; en los casos más graves llega a contactar con el maléolo tibial.
– Calcáneo: se encuentra en aducción e inversión, y el cuboides se desplaza medialmente.
El antepié se encuentra en aducción y en pronación relativa respecto al retropié, lo que condiciona el componente cavo; hay una disminución progresiva de medial a lateral de la flexión plantar de los metatarsianos.
Las partes blandas de la región interna del pie y del muslo, y con frecuencia los músculos perineales, están poco desarrollados. También se observan anomalías vasculares como la ausencia de la arteria tibial anterior y de la dorsal del pie.
Estudios con resonancia magnética tridimensional han comprobado que el núcleo de osificación del astrágalo es un 20% más pequeño y que junto al del calcáneo se sitúan en posición más anterior que en el pie normal.