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La prueba Yeoman es una prueba de provocación para detectar una articulación sacroilíaca inflamada, lo que en términos médicos se denomina sacroilitis.
La sacroileítis implica la inflamación de una o ambas articulaciones SI y puede ser una característica de otras espondiloartropatías como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica o la artritis relacionada, por ejemplo, con la enfermedad inflamatoria intestinal o la enfermedad de Crohn.
El diagnóstico se realiza a partir de la anamnesis, los hallazgos de laboratorio y la posterior evaluación por resonancia magnética. Una de las pruebas físicas que se proponen para esta enfermedad es la prueba de Yeoman. Debido a que las pruebas físicas están mal descritas para la sacroileítis y no se ha realizado ninguna validación, el valor clínico sigue siendo cuestionable.
Para realizar la prueba, el paciente se acuesta en posición prona cerca del borde del banco en el lado no afectado. La pierna del paciente está flexionada a unos 90° y usted va a agarrar el fémur distal con una mano. La otra mano se coloca sobre la espina ilíaca posterior superior ipsilateral para fijar el movimiento en la pelvis. A continuación, mueve pasivamente el muslo en extensión.
Una prueba positiva está indicada por la reproducción del dolor de la articulación SI o de las nalgas del paciente.
