Se trata de fracturas que asientan sobre la fisis y cuyo trazo de fractura sigue o cruza dicha estructura, o bien separa parte o la totalidad de la epífisis de la metáfisis del hueso.
La epifisiolisis representan el 20% de todas la fracturas del niño y aunque pueden aparecer a cualquier edad lo hacen sobre todo en el período de la pre y adolescencia, las edades de mayor actividad en los cartílagos de crecimiento.
Se pueden producir por fuerzas de tracción, inflexión y rotación, siendo mucho menos resistentes ante estas últimas.
La clasificación de la epifisiolisis de Salter y Harris, que las dividen en cinco grupos, se sigue utilizando actualmente. Cada uno de los grupos tiene unas características clínicas y radiográficas propias y un pronóstico diferente. Los tres últimos se pueden condiderar de alto riesgo con la posibilidad de aparición de complicaciones como el cierre fisario precoz, total o parcial, y la secuela correspondiente de acortamiento del miembro o deformidad del mismo.