Se trata de una técnica de limpieza bronquial especialmente adaptada a los pacientes afectados de enfermedades respiratorias crónicas, especialmente pacientes afectados de fibrosis quística.
Como todas las técnicas de espiración lenta, está particularmente indicada en pacientes broncorreactivos a los que no convienen las técnicas forzadas; es mejor tolerada que los métodos que han utilizado las espiraciones forzadas y la tos de forma sistemática.
Se puede aplicar a partir de los 5 o 6 años, después de un período de entrenamiento.