Los expertos profesionales de la salud debaten acerca de si la práctica de ejercicio regular a lo largo de la vida contribuye a la buena salud y tal vez a la longevidad, en comparación con una “buena vida” sedentaria. Dado que los los individuos mayores y en mejor estado físico muestran muchas características funcionales de los individuos más jóvenes, se podría argumentar que una mejora en la aptitud física y un estilo de vida vigoroso a una edad avanzada retardan el envejecimiento biológico y confieren beneficios a la salud.
La investigación concerniente a los estilos de vida y a los hábitos de ejercicio de 17000 alumnos de Harvard que ingresaron a la Universidad entre 1906 y 1950 mostró que sólo un ejercicio aeróbico moderado, equivalente a trotar 4,5 km por día, promueve una buena salud y agrega tiempo a la vida.
Las conclusiones de la investigación fueron:
-El ejercicio regular contrarresta los efectos negativos del tabaquismo y el exceso de peso corporal sobre la esperanza de vida.
-Incluso para los individuos con hipertensión arterial, aquellos que realizaron ejercicio regularmente redujeron su tasa de mortalidad a la mitad.
-El ejercicio regular contrarrestó las tendencia genéticas de muerte temprana.