También conocida como necrosis avascular de cadera. Se trata de una enfermedad progresiva que afecta a pacientes jóvenes, de entre 30-50 años, predominantemente varones y de modo bilateral en un 60% de las ocasiones.
Existen multitud de hipótesis actuales, ninguna de ellas demostrada en la actualidad, aunque se acepta que el alcoholismo y el uso continuado de esteroides sistémicos son factores predisponentes.
Cursa con un dolor sordo o intermitente, de comienzo progresivo, irradiado a la ingle, nalga o rodilla. No presentan limitación a la movilidad.
El diagnóstico en las fases iniciales puede ser complicado, ya que el cuadro clínico no es muy llamativo, y la radiogragía simple puede ser normal. En fases avanzadas se observa el “signo de la media luna” que es patognomómico de esta enfermedad, y el colapso y la deformidad tanto de la cabeza femoral como del acétabulo.