Aunque las hemiartroplastias de hombro se comenzaron a utilizar hace 60 años para el tratamiento de las fracturas conminutas de la cabeza y del cuello del húmero difíciles de recomponer, no se han empleado con la profusión de otras prótesis en las articulaciones de carga porque la patología del hombro resulta menor y porque técnicamente es más dificil el anclaje del componente glenoideo y hay fracasos del anclaje del manguito rotador.
Las indicaciones de la sustitución protésica de esta articulación son fundamentalmente la artrosis, la artritis reumatoide y la postraumática y en menos ocasiones la necrosis avascular, siendo el dolor la indicación principal de la operación y no la limitación articular.
En el caso de la la artritis o en la artrosis debe haber una destrucción importante del cartilago articular y es imprescindible una mano útil y un buen músculo deltoideo.