Un estudio sobre las bases fisiológicas de la pájara que sufren los deportistas ha concluido que el entrenamiento no es la única forma de mejorar la resistencia, sino que también puede conseguirse a través de la activación de un factor de transcripción.
Investigadores del Instituto Médico Howard Hughes, señala en la revista Cell Metabolism que el entrenamiento reprograma el músculo para emplear menos glucosa y obtener la energía de la grasa, reservando la glucosa para el cerebro, ya que al fallar el aporte se produce la conocida pájara.
El trabajo se centró en el factor de transcripción PPARd, que activa las mismas vías que cuando entrenan los atletas. Activar el PPARd podría ser útil para mejorar la resistencia en las personas mayores con EPOC, distrofia muscular y en otras patologías.