Hay cinco articulaciones carpometacarpianas que se forman entre los huesos metacarpianos y la fila distal de huesos del carpo.
Entre el I metacarpiano y el trapecio se forma una articulación en silla de montar que permite una gran amplitud de movimientos al pulgar, a diferencia del resto de los dedos.
Los movimientos que se pueden realizar en la primera articulación carpometacarpiana son: flexión, extensión, abducción, aducción, rotación y circunducción.
Las articulaciones carpometacarpianas que se establecen entre el II a V metacarpiano y los huesos del carpo son mucho menos móviles que la articulación carpometacarpiana del pulgar, y sólo permiten movimientos limitados de deslizamiento.
El movimiento de las articulaciones más mediales es mayor que el de las laterales, de modo que el V metacarpiano se desliza más que los demás. Esto se puede observar en la superficie dorsal de la mano cuando se cierra el puño.