Existen múltiples factores que pueden aumentar las posibilidades de que un niño la pueda presentar.
Fundamentalmente:
-Poco espacio para moverse dentro del útero (primer hijo, embarazo múltiple, poco líquido amniótico, posición de nalgas o transversa, encajado más de 6 semanas).
-Existencia de alguna patología que limite la movilidad cervical (lo más frecuente la tortícolis muscular congénita).
-Procesos que limiten la movilidad del niño en los primeros días de vida (prematuridad, bajo peso, patologías congénitas graves, patologías que requieran intubación).