Los sistemas de CPAP se pueden clasificar en dos grupos:
a) Sistemas de Flujo a demanda: Son los incorporados en los respiradores mecánicos convencionales. Disponen de una válvula que responde a los esfuerzos inspiratorios y detecta cambios de presión, flujo o ambos. Pueden generar un excesivo esfuerzo respiratorio debido a flujos inadecuados, así como a problemas del trigger o del tiempo de respuesta de la válvula.
b) Sistemas de flujo continuo: No disponen de válvulas y el gas se aporta sin esfuerzo, por lo que se minimiza el trabajo respiratorio del paciente. Son los que llevan incorporados los respiradores de ventilación no invasiva, los respiradores convencionales de última generación y los sistemas de CPAP no mecánicos.