Dentro de las manifestaciones clínicas, el dolor es el síntoma fundamental: es intenso, excesivo o mayor de lo que cabria esperar. Se incrementa con la extensión pasiva de los músculos afectados, y se acompaña de tensión, hinchazón, alteraciones sensitivas, disminución de la motilidad, cianosis y disminución del pulso arterial.
En el caso de los miembros superiores, puede aparecer también la denominada contractura isquémica de Volkmann, que se caracteriza por una contractura en flexión de los músculos (antebrazo en pronación, flexión del codo y muñeca, dedos en garra), junto con anestesia cutánea y alteraciones tróficas de la piel.