Dolores de espalda, musculares o de cuello, son las principales molestias que manifiestan los pacientes que acuden a las consultas de Fisioterapia. Muchos de ellos tienen una mala postura, no solo durante el día, sino en el momento de descanso en la cama. En este artículo, desglosamos las claves para lograr el ansiado reposo y conocemos cuál es la mejor postura para dormir según los profesionales.
“El 80 por ciento de la población sufre de dolor de espalda. Está comprobado que, junto a la obesidad y a un estilo de vida sedentario, las malas posturas a la hora del sueño constituyen uno de los principales factores que causan estos problemas”, afirman desde el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia (Cofiga).
La mejor postura para dormir
Según los expertos, la mejor posición para dormir es boca arriba, de esta manera se apoya toda la columna sobre el colchón. Se recomienda alternar esta postura con la fetal (de costado con las rodillas flexionadas). Pero hay otras consideraciones a tener en cuenta:
- Al dormir de costado se disminuyen los ronquidos, se evitan dolores cervicales, se reduce el reflujo gastroesofágico y se mejora la respiración.
- Mientras que si se duerme hacia arriba se previene el dolor de espalda y cuello porque la columna reposa sin esfuerzo.
- Para las personas con problemas cardiovasculares: es mejor que duerman con la cabeza o las piernas elevadas.
- Aquellos pacientes que tengan reflujo gastroesofágico, los fisioterapeutas apuntan que deben dormir inclinados. Para ello, se aconseja elevar las patas del cabecero de la cama o dormir en posición decúbito lateral sobre su lado izquierdo.
- A los que les guste dormir boca abajo, es mejor que se quiten ese hábito. “Con esa postura modificamos las curvaturas naturales de la columna vertebral, pudiendo originar tendinitis, lumbalgias, cervicalgias, etc; además, también puede causar dolor al ser necesario mantener girado el cuello para poder respirar”, señalan.
Problemas de dormir en una mala postura
Concretamente, los problemas de salud que pueden acarrear una mala postura al dormir son: cambios en las curvas de la espalda, pinzamientos nerviosos, dolores dorsales y lumbares, lesiones tendinosas (tendinitis) en los hombros y trastornos cervicales (dolor a nivel cervical debido a la rigidez o la tensión muscular).
En este sentido, hay que prestar mucha atención al colchón y la almohada que compramos. A la hora de elegir colchón, los especialistas detallan que no debe ser ni muy duro ni muy blando. Además, debe prestar apoyo a toda la columna.
En el caso de la almohada, hay que probarla en la postura en la que se suele dormir y asegurarse de que permite mantener el cuello alineado con el resto de la columna.
Fuente: Redacción médica