-Comprobar el espirómetro y su correcta calibración.
-Registrar en la ficha los datos antropométricos: talla (cm), peso (kg), edad (años), sexo, tabaco, motivo por el que se realiza la prueba, y la temperatura ambiental y situación atmosférica.
-Pesar y medir al paciente descalzo y con poca ropa. En pacientes con deformidad torácica o que no se puedan poner derechos para tallar, se mide la envergadura del brazo.
-Colocar al paciente en una posición correcta. De pie (en pacientes obesos) o posición sentada (cabeza y tronco rectos y piernas sin cruzar). La posición de realización de la prueba debe quedar registrada siempre.
-Realizar una demostración de la maniobra para que el paciente pueda realizarla mejor.
-Colocar la boquilla desechable manteniendo los labios cerrados alrededor de la boquilla para evitar que se produzcan pérdidas de aire.
-Es recomendable colocar la pinza de oclusión nasal para impedir que el aire se escape o entre por la nariz.
-Realizar una inspiración lenta y progresiva no forzada y de duración aproximada de 1 sg; seguidamente, expulsar el aire lo más rápido y fuerte posible, teniendo en cuenta que la espiración debe prolongarse como mínimo durante 6 sg o hasta que no haya cambios en el flujo final en el último segundo de la maniobra.
-Observar en tiempo real que la morfología de la curva F/V es correcta.
-Anotar cualquier incidencia que suceda durante la realización de la espirometría y que pueda influir en sus resultados, prestando atención a que el esfuerzo del paciente haya sido máximo y no se produzca una terminación excesivamente temprana del movimiento de espiración.
-Evitar que el paciente se incline hacia delante al espirar.
-Realizar un mínimo de tres maniobras satisfactorias o técnicamente correctas, sin superar en ningún caso el número de ocho intentos.