• La auscultación pulmonar se realizará manteniendo siempre las medidas de seguridad. El
fonendoscopio estará, preferiblemente, permanente en la habitación y, si no es posible,
se desinfectará antes y después de cada evaluación.
• Las técnicas de drenaje de secreciones se consideran un procedimiento terapéutico de alto
riesgo por la posibilidad de generar aerosoles. Por tanto, su aplicación está
únicamente recomendada en aquellos pacientes que cursan con hipersecreción y/o
dificultad o incapacidad para expectorar de forma independiente y/o evidencia de tapones
mucosos.
• En aquellos pacientes con patologías respiratorias previas (fibrosis quística,
bronquiectasias) o debilidad de la musculatura respiratoria (enfermedades
neuromusculares) que tengan pautadas dichas técnicas en su tratamiento habitual, sí se
recomienda aplicarlas, para prevenir complicaciones relacionadas con la hipersecreción.
Además, la evidencia muestra que su ejecución es segura en la fase estable y aguda de la
enfermedad .
• Se priorizará que el paciente realice las técnicas de forma autónoma mediante recursos
educacionales (infografías, vídeos de las técnicas) y/o sesiones telemáticas supervisadas
por un fisioterapeuta.
• Se elegirá la técnica en función del estado clínico, prestando especial atención a la disnea
y fatiga de la musculatura respiratoria (ver 27 Manual SEPAR de Procedimientos. Técnicas
manuales e instrumentales para el drenaje de secreciones bronquiales en el paciente adulto).
• En caso de utilizar algún dispositivo será de uso individual .
• Para la insuflación–exuflación mecánica (Cough Assist), se recomienda utilizar circuitos
desechables, con al menos 2 filtros antibacterianos (ambos extremos), dejando el
dispositivo, siempre que sea posible, en la habitación del paciente.
Fuente: Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica