El tarso es un macizo óseo que ocupa la mitad posterior del pie. Está formado por siete huesos cortos, dispuestos en dos hileras, una anterior y otra posterior.
La fila posterior está constituida por dos huesos: el astrágalo y el calcáneo.
La fila anterior comprende cinco: el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes o cuñas.
El astrágalo y el calcáneo están sobrepuestos. Los cinco huesos de la segunda fila, por el contrario, están yuxtapuestos. En consecuencia, el tarso es más estrecho hacia atrás que hacia adelante, aun cuando los huesos de la fila posterior sean más voluminosos que los otros.
Los siete huesos del tarso se articulan de manera que forman una bóveda cóncava hacia abajo sobre la que reposa todo el peso del cuerpo.