Es la escala más conocida para valorar al enfermo de Parkinson. Presenta 5 estadios:
Estadio I: Comprende el inicio de la enfermedad. Afectación unilateral, con daño leve, correspondiente a la tríada parkinsoniana (rigidez, temblor y bradicinesia) que todavía permite la vida cotidiana y profesional normal. Algunos enfermos inician su sintomatología en ambos lados y por consiguiente no presentan esta fase.
La duración media de esta fase es de tres años.
Estadio II: Afectación bilateral y axial. Por lo general persiste una asimetría, siendo el lado inicial el más afectado. Aparecen en esta fase los primeros trastornos posturales, con aumento de la cifosis dorsal y adducción de los miembros superiores, volviendo más difícil la vida profesional.
La duración media de la enfermedad es de seis años.
Estadio III: Afectación bilateral. Aparición de trastornos de equilibrio y afectación de los reflejos posturales y de enderezamiento. Aparecen caídas espontáneas, marcha festinante y congelación del movimiento. Los pacientes en esta fase son independientes en las actividades de la vida diaria.
La duración media de esta fase es de siete años.
Estadio IV: Afectación bilateral con inestabilidad postural importante. Empieza a experimentar los efectos secundarios de la medicación dopaminérgica: fenómeno on-off (el paciente alterna fases de mejoría on con fases en las que queda prácticamente inmovilizado por completo, off). Presenta incapacidad para realizar una marcha autónma y se vuelve indispensable una ayuda exterior para los actos de la vida cotidiana.
La duración media de esta fase es de nueve años.
Estadio V: Enfermedad grave, totalmente desarrollada; el enfermo es totalmente dependiente. Se trata de una fase de postración cama-sillón.
La duración media en esta fase es de 14 años.