Médicos y enfermeros son protagonistas en tiempos de pandemia, pero de igual importancia resultan los fisioterapeutas. Encargados, no solo de la recuperación del tono muscular, también de ayudar mediante la rehabilitación respiratoria.
Después de pasar por manos del personal sanitario, el coronavirus deja sus secuelas en muchos ciudadanos. Dificultades respiratorias, motoras, debilidad muscular… Ha sido, entonces, cuando los fisioterapeutas se han convertido en figuras esenciales dentro del marco postcovid.
“Actualmente tenemos pacientes con secuelas que les ha dejado esta dichosa enfermedad. Vienen con dificultades respiratorias, motoras, entre otras y les tratamos con un reentrenamiento al esfuerzo“, explica Javier Arribas, fisioterapeuta en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles.
Como él, Rosa Corraliza trabaja de fisioterapeuta en la clínica Corbor de Getafe (Madrid), quien destaca que entre sus pacientes actuales muchos son afectados por las secuelas de esta enfermedad.
“Requieren del fisioterapeuta para aumentar la capacidad pulmonar a través de ejercicios respiratorios. También les ha generado debilidad muscular y tenemos que ayudarles a recuperar su vida activa habitual”, indica Corraliza.
Confinamiento añadido
La fisioterapia mejora el tono muscular y la flexibilidad, alivia dolores y previene el deterioro físico. Un complemento y, en algunos casos, alternativa a la farmacología.
Según Arribas “en los últimos años existe una tendencia preventiva. Se acude a rehabilitación antes de la lesión, llevando una vida saludable, ejercicio controlado, con estiramientos, etcétera”.
Sin embargo, las secuelas de la COVID-19 no son las únicas que hacen que los pacientes acudan a un fisioterapeuta. El confinamiento, dicen estos profesionales, también ha sido causante de algunos problemas, sobre todo musculares.
“Se trata de dolencias de espalda, en adultos y en niños, derivados de estar sentados muchas horas en la misma posición, lo que genera contracturas, rigidez articular y debilidad muscular”, añade Corraliza.
Por esta razón, los expertos recalcan la importancia del ejercicio físico y de una alimentación saludable, pues el confinamiento ha sido una llamada más al sedentarismo.
Una vida sedentaria afecta al organismo, creando dolencias físicas derivadas de malos hábitos posturales; por ello, una alimentación sana y una rutina de ejercicios, resultan fundamentales como prevención y recuperación de estas dolencias“, garantiza.
Por otra parte, la figura del fisioterapeuta también se encarga de enseñar a los pacientes a corregir hábitos incorrectos, desde la postura para dormir hasta caminar correctamente.
“Las personas que después del confinamiento han salido a la calle a hacer deporte sin previo entrenamiento, han tenido lesiones como contracturas, rotura de fibras, sobrecargas articulares o tendiditis”, asegura Rosa Corraliza.
Terapia física en la tercera edad
Y es que, el objetivo principal de la rehabilitación es mantener a los pacientes ejercitados y, por tanto, autónomos e independientes.Arribas insiste en que la visita habitual al fisioterapeuta ayuda a prevenir las lesiones. “Por ejemplo, con un simple estudio visual te puede ayudar a corregir si tienes algún desvío en la columna y ejercitar el lado más débil”, comenta.
Por esto mismo, los expertos aseguran que el ejercicio físico resulta fundamental para los mayores.
“Mejora la calidad de vida evitando la atrofia muscular, retrasa patologías degenerativas, evitando caídas y que puedan fracturarse las caderas. Además, mejora parámetros del colesterol, hipertensión y otros”, destaca Javier Arribas.
Las limitaciones físicas derivadas de la edad son, resalta, algo inevitable y resultan “realmente” molestas. Tanto, que pueden condicionar o limitar la vida del paciente de manera importante.
Favorecer el sueño y reducir la demencia
Varios estudios confirman que el ejercicio terapéutico favorece el sueño y disminuye el riesgo de padecer demencia y otras patologías.
Es por tanto que prevención, diagnóstico personalizado y rehabilitación, “son los pilares básicos” de los fisioterapeutas geriátricos, según informan.
Fuente: Efesalud.com