Los fisioterapeutas han destacado, durante la ‘I Jornada de Fisioterapia Oncológica y Cuidados Paliativos’, organizada por el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) en el Hospital Universitario Clínico San Carlos de la capital de España, que el ejercicio físico es clave para reducir la fatiga y el dolor en los pacientes de cáncer, al ser dos de los efectos secundarios más comunes en esta patología.
Este primer encuentro sobre esta especialidad de profesionales sanitarios de Fisioterapia estuvo divido en dos bloques. Al primero de ellos acudieron como ponentes el miembro de la Comisión de Fisioterapia Oncológica y Cuidados Paliativos del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Alejandro San Juan; la directora técnica de la Clínica Onconwellness, Marta Gómez; la codirectora del Centro Sanitario Torresfontanet, Marta Fontanet; y la presidenta de la Asociación Española de Linfedema, Ángela Río.
Durante esta primera parte de la jornada, Alejandro San Juan abordó la importancia que tiene el deporte para reducir los efectos secundarios del cáncer, tanto tempranos como tardíos, entre los que se encuentra la fatiga crónica, que “es una de las consecuencias más frecuentes en los casos de cáncer”.
Asimismo, añadió que resulta “fundamental la educación en hábitos saludables para estos pacientes y establecer con ellos un programa de ejercicio personalizado para mejorar su calidad de vida”. En este contexto, detalló que se necesitan “ocho semanas de entrenamiento para lograr una adaptación significativa y la recuperación del paciente”.
Disfunciones sexuales
Uno de los ámbitos donde está presente la Fisioterapia en el abordaje multidisciplinar de los pacientes oncológicos es la sexualidad. En este sentido, Marta Fontanet subrayó que “los tratamientos contra el cáncer mejoran la supervivencia, pero ello también hace que aparezcan complicaciones, como disfunciones sexuales, lo que sin duda, impacta muy negativamente en la calidad de vida”.
Según los datos facilitados por la codirectora del Centro Sanitario Torresfontanet, el 40 por ciento de las mujeres que se someten a tratamientos oncológicos sufren disfunciones sexuales por los efectos secundarios, como atrofias, que pueden generar dolor, vaginismo o sequedad. En el caso de los hombres, concretó que pueden enfrentarse a deformidades en el pene o a disfunción eréctil.
Con estos datos sobre la mesa, Fontanet hizo un llamamiento para “dejar atrás los tabúes existentes y tratar estos asuntos directamente con los pacientes, porque muchas veces no saben a dónde acudir” y “las dificultades hacen que, en ocasiones, se abandone la sexualidad”. Además, planteó la necesidad de poner en marcha grupos de trabajo con todos los profesionales sanitarios, “pues hay que hacer un traje a medida para cada paciente”.
Trastornos funcionales
Sobre el tumor de cabeza y cuello, Marta Gómez explicó que “se trata de un tipo de cáncer que aparece, por lo general, a partir de los 50 años y se manifiesta fundamentalmente en hombres”. Además, señaló que “el tabaco, el alcohol, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), una dieta alta en grasas, bajo consumo de frutas y verduras y una mala higiene bucal son algunos de los factores que pueden producir el desarrollo de esta patología”.
Dentro de este tipo de cáncer, la directora técnica de la Clínica Onconwellness especificó que los efectos secundarios que más afectan y que se tratan desde la Fisioterapia son los trastornos funcionales, la pérdida de sensibilidad, los cambios físicos en la cabeza y el linfedema. Para esta fisioterapeuta oncológica, “es fundamental preparar y restablecer al paciente antes de la operación, recuperando la musculatura del hombro y del cuello para evitar la atrofia y la debilidad del trapecio, el dolor y la debilidad del hombro”, entre otros.
Dentro de las consecuencias que pueden aparecer tras una intervención quirúrgica de un tumor está el linfedema. En su intervención, Ángela Río comentó todas las claves de esta secuela y resaltó que “es una de las más frecuentes de los tratamientos oncológicos”. Afecta especialmente a mujeres que padecieron tumores ginecológicos, como el de mama y el de cérvix, y a hombres con tumores como el de próstata.
El linfedema, que consiste en que una extremidad aumente de volumen por retención de líquidos y moléculas, “es crónico, evolutivo y empeora más si no se trata adecuadamente por parte de un equipo multidisciplinar”, destacó Río . A su juicio, “el papel del fisioterapeuta es muy importante, debido a la relevancia del ejercicio físico para mejorar la calidad de vida, que se ve muy afectada”.
Tratamiento en niños con cáncer
La segunda sesión de la ‘I Jornada de Fisioterapia Oncológica y Cuidados Paliativos‘ del CPFCM estuvo protagonizada por el fisioterapeuta de la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION), Borja Recuenco; la coordinadora de programas de Fisioterapia Oncológica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Raquel Pérez; y la especialista en drenaje linfático manual y Obstetricia y Uroginecología de la Unidad de Lindefemas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Amparo Hurtado.
Junto a ellos, también acudieron a esta cita la fisioterapeuta del madrileño Hospital Universitario de Henares, Yolanda Robledo de Nascimiento; las profesionales de Fisioterapia en Cuidados Paliativos de la Fundación Instituto San José de la capital, Ana Navarro e Inés Suárez; y la presidenta de la Comisión de Trabajo de Fisioterapia Oncológica y Cuidados Paliativos del CPFCM, Ana Serrano.
Sobre la labor del fisioterapeuta en los niños que padecen cáncer, Borja Recuenco destacó “la gran importancia en el tratamiento” de estos pacientes, a fin de paliar “los efectos perjudiciales que la enfermedad y los tratamientos ocasionan, contribuyendo a mejorar su calidad de vida, que en ocasiones se ve muy mermada”.
Para avanzar en este sentido, Recuenco reclamó el reconocimiento de la especialidad de Fisioterapia Oncológica, incorporar en los equipos multidisciplinares la figura del fisioterapeuta especializado; elaborar protocolos de coordinación entre profesionales para la adecuada derivación de casos, incidir en la importancia del tratamiento en la fase paliativa con igual calidad asistencial que en fases anteriores y crear un registro de casos y secuelas físicas en el cáncer durante la infancia.
Masaje oncológico
De igual modo, y en apoyo a dicha solicitud, Raquel Pérez pidió la especialización en Fisioterapia Oncológica y remarcó que “es necesario que se reconozca como una disciplina y que esté presente en los equipos multidisciplinares en Oncología”.
Entre las terapias que los profesionales de Fisioterapia aplican a los pacientes con cáncer se encuentra el masaje oncológico. Sobre este mismo, Yolanda Robledo de Nascimiento aclaró que “no busca curar el cáncer en sí”, sino “conseguir una relajación que conduzca al paciente a un estado de bienestar y que pueda así alcanzar una mayor calidad de vida”.
Las características de este tipo de masaje especializado son la posición que se va a adoptar con el paciente, la presión que se aplica para ajustarla, la zona corporal sobre la que se trabaja y la duración en función de la situación del paciente. Asimismo, esta fisioterapeuta puntualizó que se es “muy respetuoso” con el sistema linfático y que “la velocidad de ejecución es lenta y se adapta a los niveles de energía del paciente”.
Por otro lado, Ana Navarro e Inés Suárez centraron su intervención, durante esta jornada, en exponer a los asistentes la aportación de la Fisioterapia en la etapa final de la vida de los pacientes. Como cierre de este encuentro profesional, Ana Serrano hizo un repaso de la labor desarrollada por la Comisión colegial que preside desde su creación, en mayo de 2016, y quiso poner en valor la importancia de “promocionar, divulgar y concienciar sobre la Fisioterapia Oncológica y en cuidados paliativos, para dar a conocer el papel de estos profesionales en todas las áreas de intervención del paciente oncológico”.
Fuente: Acta Sanitaria