El Hospital Universitario de Móstoles ha puesto en marcha un nuevo programa de rehabilitación respiratoria para pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) con el objetivo de “mejorar los problemas para respirar y la fatiga muscular que limitan mucho el día a día de estos enfermos”.
Se trata de un nuevo programa de entrenamiento físico, coordinado por el Servicio de Neumología y realizado con profesionales médicos y de fisioterapia del Servicio de Rehabilitación, que se diseña a medida para cada paciente de EPOC, ha destacado el centro hospitalario en una nota.
Para mejorar el abordaje de esta patología crónica, el Hospital de Móstoles ha iniciado este programa de rehabilitación, como parte del tratamiento no farmacológico, con el objetivo fundamental de revertir la disfunción muscular y la pérdida de masa muscular y mejorar la tolerancia al ejercicio y al esfuerzo.
Entrenamiento por fases
En un primera fase, el Servicio de Neumología selecciona a los pacientes que cumplen los criterios determinados por guías clínicas y pueden formar parte del programa, realizando una valoración osteomuscular del paciente, analizando la capacidad de ejercicio pertinente mediante un test específico.
En función de los primeros resultados se establece el programa de entrenamiento a medida, que se mantendrá las primeras ocho semanas con el objetivo de que paciente aprenda “cómo hacer ejercicio, con qué frecuencia, durante cuánto tiempo y a qué intensidad para, una vez finalizado el programa en el hospital, mantenerlo en su casa”.
En esta primera fase, el entrenamiento se realiza dos días a la semana y durante una hora, en los cuales los pacientes son monitorizados en todo momento y realizan los ejercicios en entrenamientos guiados por el personal de fisioterapia y controlados por el médico rehabilitador.
La sesión del programa de rehabilitación respiratoria, que implica tanto a extremidades superiores como inferiores, finaliza con ‘la vuelta a la calma’, una fase que incluye ejercicios de menor intensidad y estiramientos de los músculos trabajados para reducir paulatinamente la frecuencia cardíaca y respiratoria.
Esta última parte antes de dar por acabado el entrenamiento, se aprovecha para enseñar ejercicios de limpieza de vía aérea para expulsar secreciones y aprender patrones adecuados de respiración.
Tras su seguimiento y evolución durante estas primeras ocho semanas, desde el Servicio de Neumología se realiza un estudio final en función de los resultados obtenidos del que se derivan las pautas de ejercicio físico que el paciente debe seguir y mantener a partir de ese momento.
Fuente: Noticias para municipios.