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“Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas”. Optimista y tranquilizador, así se ha mostrado Iker Casillas ante sus más de 14 millones de seguidores en Instagram tras sufrir el miércoles un infarto agudo de miocardio durante un entrenamiento con su equipo, el FC Oporto.
“El infarto agudo de miocardio se produce cuando un coagulo ocluye una arteria coronaria, impidiendo que la sangre llegué a una zona del corazón, y por tanto el órgano principal del aparato circulatorio no reciba oxigeno ni nutrientes y se produce una necrosis celular”, afirma Antonio López , profesor de Medicina de la Universidad
Pero, ¿por qué a Iker Casillas? El que fuese jugador del Real Madrid CF es joven (el “santo” cumple 38 años el próximo 20 de Mayo), cuida su alimentación y hace ejercicio. A este respecto López se muestra claro: “Le puede suceder a cualquiera. Las placas de ateroma, o cumulo del colesterol malo en las arterias, es algo que nos ocurre a todos desde el momento en que nacemos, es una enfermedad progresiva. En un momento dado una placa se puede romper y puede provocar un cuadro de infarto agudo de miocardio”.
“Hay muchos factores que pueden provocar la rotura de una placa en una persona joven, sana y que se cuida”. En esta línea el profesor señala dos: el estrés y la genética.
FÚTURO INCIERTO
“Casillas está bien, estable y con el problema del corazón resuelto”, este es el mensaje que lanzaba el Oporto a través de un comunicado en su página web. No obstante, sigue en el aire la pregunta que todos nos hacemos: ¿podrá volver al terreno de juego? “Si puede o no volver a jugar a fútbol es un tema que tienen que valorar los médicos. Ahora mismo nadie lo puede saber”, afirma López.
No cabe duda que si por el arquero fuera los guantes seguirían siendo su principal atuendo. Hace apenas un mes Casillas renovó contrato con el Oporto hasta junio de 2020, sin embargo, el futbolista no puede pasar por alto los riesgos, “Iker ha tenido un infarto, eso es un factor de riesgo adicional evidente”, concluye el profesor.
Fuente: Consalud
