Como sociedad referente de la Fisioterapia a nivel nacional, la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) respalda al Sindicato de Enfermería y Fisioterapia Satse, al Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia (CoFiGa), a la Sociedad Gallega de Fisioterapia (SoGaFi) y a las dos facultades de Fisioterapia de Galicia (universidades de A Coruña y Vigo), mostrando el “absoluto rechazo” del colectivo ante la pretendida inclusión de profesionales no sanitarios en el Programa Comunitario de Prescripción del Ejercicio Físico y Salud desarrollado por el Departamento de Sanidad de la Xunta de Galicia.
La AEF refuta punto por punto los argumentos esgrimidos al respecto por el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (COLEF) de Galicia.
El colectivo de fisioterapeutas argumenta que con este tipo de actuaciones la Consejería de Sanidad de la Xunta de Galicia «tiende a fomentar el intrusismo sanitario, al permitir participar en el diseño de programas de rehabilitación a través del ejercicio físico a profesionales no sanitarios no habilitados competencialmente para realizar intervenciones terapéuticas sobre población con algún tipo de patología».
Especifican que “la prescripción de ejercicio dirigida a población en situación de enfermedad es únicamente competencia de profesionales sanitarios, como es el caso de las y los fisioterapeutas, profesionales sanitarios con la competencia atribuida legalmente a estos efectos”, tal y como queda perfectamente estipulado tanto en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS 44/2003) como en la Orden CIN 2138/2015 que regula el ejercicio profesional del fisioterapeuta en todo el estado español.
Así se desarrolla de igual manera en la Resolución 01/2018 del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE), en la que se incorpora la prescripción de ejercicio físico con fines terapéuticos como un elemento fundamental de la intervención del fisioterapeuta, definiendo el Acto Fisioterápico como un proceso que incluye la obtención de datos exploratorios y su valoración, la elaboración del diagnóstico fisioterápico, la planificación y promulgación del tratamiento fisioterapéutico, su ejecución mediante procedimientos manuales, instrumentales y dirigidos, como la indicación de ejercicio terapéutico diseñado específicamente para ser realizado activamente por el usuario, la evaluación de los resultados alcanzados, el establecimiento e implementación de los registros pertinentes o, en su caso, de la historia clínica, la elaboración de informes sobre la evolución del paciente y de alta del tratamiento fisioterápico.
Todo ello, basándose en las consecuencias de las alteraciones del estado de salud en el movimiento y con el objetivo de prevenir, tratar y reeducar tales alteraciones, restaurando el movimiento funcional en un entorno biopsicosocial y en todas las áreas clínicas y ámbitos laborales”.
“No existe marco regulador de idéntico rango para los profesionales del deporte”, “por lo que no están habilitados para la planificación y ejecución de procedimientos terapéuticos dirigidos a intervenir sobre la salud de la población ante la existencia de patología”, afirma el colectivo de fisioterapeutas.
Fuente: Redacción médica