Se caracteriza por la luxación proximal del radio asociada a una fractura de la cabeza radial y a una luxación de la radiocarpiana distal.
Toda lesión conminuta de la cabeza radial es una lesión de Essex-Lopresti hasta que se demuestre lo contrario y tiene consecuencias sobre la pronosupinación en cado de tratamiento inadecuado.
El cuadro clínico es de dolor, gran impotencia funcional y deformidad importante en las fracturas desplazadas. Tumefacción local y equimosis o hematoma, que es mínimo en los niños.
La palpación provoca dolor, inflamación e hipersensibilidad.