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Existen diversos instrumentos para medir la Calidad de Vida relacionada con la Salud (CVRS). La mayoría de ellos son cuestionarios autoadministrados y deben reunir las propiedades de verdad, capacidad discriminativa y factibilidad. Brevemente, el concepto de verdad se relaciona con la noción clásica de validez y se refiere a que el instrumento debe ser capaz de medir aquello para lo cual fue diseñado. La capacidad discriminativa incluye los conceptos clinimétricos tradicionales de reproducibilidad, consistencia interna y sensibilidad al cambio. Por último, factibilidad se refiere a las posibilidades reales de aplicación del instrumento.
El proceso mediante el cual se demuestra que un instrumento posee las características citadas se denomina validación. Cuando un instrumento ha sido originalmente desarrollado en un idioma diferente, se hace necesario, además, un proceso de adaptación transcultural que no esté limitado a la simple traducción y mediante el cual se asegure una equivalencia de contenidos entre la versión original y la adaptada.
Los instrumentos de medición de CVRS se clasifican en específicos y genéricos.
Instrumentos específicos: Se caracterizan por estar diseñados para medir el impacto en la CVRS causada por una enfermedad determinada. También se incluyen aquellos diseñados para medir un dominio concreto de la CVRS (por ejemplo,función física). Las más empleadas en reumatología son:
–HAQ en artritis reumatoide.
–BASFI en Espondilitis Anquilosante.
–WOMAC en artrosis de cadera o rodilla
–QUALEFFOC en Osteoporosis
–OPTQoL en Osteoporosis.
Instrumentos genéricos: Se dividen en perfiles de salud y medidas de utilidades.
a)Los perfiles de salud se caracterizan por ser aplicables a diferentes enfermedades y, aunque pueden no reflejar adecuadamente aspectos específicos de una enfermedad determinada, tienen la ventaja de que permiten la comparación entre diferentes enfermedades. Las más relevantes son: SF-36 Y EuroQol.
b)Las medidas de utilidades incorporan el punto de vista del paciente en la valoración de su propio estado de salud o de cambios experimentados en el mismo. Tienen la ventaja de reflejar muy bien el impacto de la enfermedad en los pacientes individuales pero incorporan una gran carga de subjetividad y con frecuencia, resulta compleja su aplicación en la práctica clínica.
