El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 causa más cuadros clínicos graves y críticos, así como mayores posibilidades de fallecimiento en aquellas personas que presentan patologías previas. A pesar de esta evidencia, no se han conseguido esclarecer por el momento los mecanismos por los que se produce esta situación.
Si atendemos al último informe científico-técnico elaborado por el Ministerio de Sanidad en base a los últimos estudios publicados a nivel global sobre el virus y la Covid-19 (enfermedad provocada por el SARS-CoV-2), la presencia de comorbilidades oscila entre el 23,2% y el 51% según los casos analizados a nivel global.
Entre las principales comorbilidades destacan las enfermedades cardiovasculares (en particular la hipertensión arterial) y la diabetes como las patologías previas que ha presentado un mayor número de hospitalizados con Covid-19.
Resulta de vital importancia analizar el papel que las comorbilidades desempeñan en el curso de la infección y su resultado. Desde la aparición de la pandemia hemos escuchado afirmaciones que han intentado tranquilizar a la población sobre la gravedad del virus. En la mente de todos resuenan ecos como “se parece a la gripe común”, “la mayoría lo pasaremos como un catarro fuerte” o “afecta principalmente a las personas mayores”.
Unas declaraciones formuladas desde el desconocimiento que provoca la aparición de un nuevo virus. Cierto es que muchas personas se han infectado y son asintomáticas e incluso un porcentaje de los contagios ha cursado la enfermedad con sintomatología leve. Pero nos encontramos ante un virus en el que las comorbilidades son determinantes.
MORIR «CON» O «POR» CORONAVIRUS
Viajamos hasta principios del pasado mes de marzo. La revista The New England Journal of Medicine publicaba un estudio basado en las características de los pacientes chinos con Covid-19. De acuerdo a este el 73,3% de los fallecidos presentaba otras enfermedades, es decir, algún tipo de comorbilidad.
El citado estudio establecía una comparativa con las anteriores epidemias del SARS y del MERS. En el caso de la primera, los fallecidos que presentaban otras dolencias representaron el 46% mientras que, en el caso de la segunda, hablamos de un 60%.
Los investigadores afirman que el SARS y el MERS resultaron más letales para la población general sin necesidad de que se asociasen con comorbilidades
Los investigadores afirman que el SARS y el MERS resultaron más letales para la población general sin necesidad de que se asociasen con comorbilidades. Pero el SARS-CoV-2 es, de acuerdo a las evidencias con las que se cuenta hasta el momento, menos agresivo.
Motivo por el que los expertos señalan que la mayoría de los decesos que se han producido de pacientes con Covid-19, no mueren “por coronavirus”, sino “con coronavirus”, ya que el verdadero efecto que ha causado el SARS-CoV-2 es del agravamiento de las patologías existentes.
Retomando el informe del Ministerio de Sanidad con el que abríamos estas líneas, en España, la enfermedad cardiovascular y la diabetes mellitus están sobrerrepresentadas en los casos de Covid-19 en general, con un gradiente ascendente en los casos más graves. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tiene una prevalencia igual en la población general y los casos de Covid-19, mientras que en los casos graves esta proporción es mucho mayor.
En los casos de fallecidos por Covid-19, también se observa mayor prevalencia de cáncer o enfermedades neurológicas comparada con poblacional y los casos no graves, aunque el efecto es menos evidente que en las anteriores enfermedades descritas.
Los expertos señalan que la mayoría de los decesos que se han producido de pacientes con Covid-19, no mueren “por coronavirus”, sino “con coronavirus”
En cuanto a la hipertensión arterial, las enfermedades hepáticas y la inmunodepresión no parece haber asociación importante con Covid-19, según los datos disponibles, si bien en otras series, la hipertensión arterial ha sido reconocida como uno de los factores más importantes asociados a la mala evolución de la enfermedad.
Según la serie publicada por el CDC chino con un total de 1.023 muertes entre los casos confirmados (44.672) la letalidad bruta fue 2,3%. El grupo de edad ≥ 80 años tuvo la letalidad más alta de todos los grupos de edad con 14,8%.
Los pacientes que no presentaban comorbilidades tuvieron una tasa de letalidad de 0,9%, frente a los pacientes con comorbilidades que tuvieron tasas mucho más altas: 10,5% para aquellos con enfermedad cardiovascular, 7,3% para diabetes, 6,3% para enfermedad respiratoria crónica, 6,0% para hipertensión y 5,6% para el cáncer.
De acuerdo al informe se establece que los grupos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave por la Covid-19 son las personas que superan los 60 años de edad, los que presentan enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, diabetes, EPOC, cáncer, inmunodepresión e incluso, las embarazadas.
Ante la fotografía planteada es evidente que se necesitan investigaciones más profundas para determinar el motivo por el que nuevo coronavirus cursa de forma más grave en pacientes con comorbilidades.
Los grupos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave por la Covid-19 son las personas que superan los 60 años de edad, los que presentan enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, diabetes, EPOC, cáncer, inmunodepresión e incluso, las embarazadas
Jesús Rodríguez Baño, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, explica en Teknautas que “la infección condiciona una descompensación de las enfermedades base y se produce una respuesta anómala del organismo, que puede ser exagerada o insuficiente, pero los mecanismos patogénicos no se conocen bien”.
La Fundación Española para el Corazón explica que los pacientes con enfermedades cardiovasculares se posicionan como un grupo de riesgo ante las patologías respiratorias porque los hacen más sensibles. La presencia de una infección en las vías respiratorias puede ser muy grave en pacientes con insuficiencia cardiaca debido a la falta de respiración.
En el caso de la diabetes nos encontramos ante una enfermedad que debilita el sistema inmune. Los diabéticos tipo 2 que se infectan con el virus de la gripe presentan el triple de posibilidades de acabar siendo hospitalizados.
En el caso de la hipertensión “no sabemos si puede ser simplemente un hecho asociado, porque quienes la sufren son personas mayores y con otro tipo de enfermedades, o si tiene alguna relevancia en sí misma”, añade el experto en la citada cabecera.
Finaliza indicando que uno de los principales aspectos relacionados con la mortalidad es la sepsis. “Un síndrome muy inespecífico”, al que se llega como consecuencia “de la infección y las demás enfermedades de base”.
Fuente: Consalud