Las ondas de choque se basan en la aplicación de ondas sonoras de alta velocidad, no ultrasónicas, aplicadas a un fluido líquido que las transmite en una sola dirección mediante un cabezal.
Los tejidos orgánicos sometidos a estas ondas llegan a sufrir daños celulares y tisulares que producen respuestas inflamatorias de reparación.
Las ondas de choque producen una aceleración de la cicatrización, analgesia y resolución de calcificaciones.
Se aplica con gran efectividad en fibrosis tendinosos, calcificaciones en tejidos blandos, contracturas musculares, adherencia entre tejidos blandos.
Dentro de las contraindicaciones de las ondas de choque citaremos las coagulopatías o tratamiento anticoagulante, embarazo, tumores e infecciones.