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La propiacepción es la capacidad de saber intuitivamente dónde están nuestros pies, cómo se mueven nuestras manos y qué hacemos con la boca.
De ahí a que podamos lanzar un balón, andar por la acera o hablar sin murmurar, entre otras, es posible en parte debido a nuestra capacidad de propiacepción. Y es que, sin esta capacidad tendríamos que mirar a nuestros pies en cada paso para asegurarnos de que todo vaya bien.
Pero, los pacientes con prótesis se enfrentan a estos problemas a diario. Por ello, investigadores de la EPFL, la Escuela de Estudios Avanzados Sant’Anna en Pisa y el Poloclínico Universitario A. Gemelli en Roma han diseñado una prótesis con sensación de tacto que permite a los pacientes conocer su ubicación.
Concretamente, el dispositivo funciona mediante la estimulación eléctrica de los nervios que quedan en el muñón del paciente, que llevan información al cerebro y recrean las sensaciones necesarias. Esto se hace usando electrodos implantados que son capaces de estimular cuidadosamente los nervios.
En este sentido, los investigadores han explicado que el cerebro no tiene problemas para combinar esta información por lo que los pacientes pueden procesar ambos tipos en tiempo real con excelentes resultados.
No obstante, según han indicado, aún es necesaria una gran cantidad de entrenamiento para que los pacientes aprendan a interpretar las señales y a ajustarse al brazo. Sin embargo, las dos personas que realizaron la capacitación con el nuevo dispositivo pudieron sentir con precisión la naturaleza de los objetos aproximadamente tres cuartos de hora.
Fuente: Consalud
