Esta prueba se utiliza para evaluar asimetrías en miembros inferiores.
Posición del paciente: En decúbito dorsal, con los brazos a lo largo del cuerpo y las rodillas y caderas flexionadas, de tal forma que las plantas de los pies se encuentren en contacto con la camilla.
Posición del fisioterapeuta: De pie, a los pies del paciente en un primer momento y lateralmente al paciente después.
Ejecución del test: El fisioterapeuta sitúa su mirada horizontalmente a la altura de las rodillas y observa la situación y la altura de las mismas. Luego lleva a cabo la misma acción pero esta vez observando lateralmente al paciente.
Interpretación del test: En condiciones normales, en la posición en la que se encuentra el paciente las rodillas se ven de forma simétrica, a la misma altura y a la misma profundidad.
Si el fisioterapeuta percibe una rodilla presenta mayor altura que la otra, se puede pensar en una afectación por asimetría tibial.
Si percibe que una rodilla está más profunda que la otra, es decir, una sobresale más que la otra en un plano anteroposterior, se puede pensar en una afectación por un fémur asimétrico.