Indica una irritación nerviosa meníngea o dural.
Procedimiento: Paciente en decúbito supino. Se le pide que flexione la rodilla y la cadera. Durante la primera fase de la prueba, el fisioterapeuta trata de extender de forma pasiva la rodilla del paciente y, en la segunda, se le pide que extienda la rodilla de forma activa.
Valoración: Cuando la extensión activa o pasiva de la rodilla provoca dolor en la región vertebral o dolor radicular en la pierna, se deberá sospechar una irritación de una raíz nerviosa, relacionada con el prolapso de un disco intervertebral o con un proceso inflamatorio.
Cuando este signo es negativo en un paciente con sospecha de irritación de la raíz nerviosa, el fisioterapeuta puede aumentar la tensión sobre las raíces nerviosas mediante la flexión pasiva de la columna cervical del paciente.