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La función de los exoesqueletos es facilitar el trabajo manual proporcionando fuerza extra a los brazos y, con suerte, aliviando las lesiones y el impacto general en el cuerpo. Algunos investigadores de Ohio State querían estudiar si esto es realmente cierto, ya que el peso de los aparatos puede probocar daños irreparables en la espalda.
El estudio partió del objetivo de investigar la carga biomecánica en la región lumbar que supone llevar un dispositivo exoesquelético diseñado para ayudar en el trabajo ocupacional. Para ello usaron un aparato «Steadicam«, que agarrado a al cuerpo se utiliza comunmente para estabilizar las cámaras durante las grabaciones.
Doce sujetos simularon el uso de exoesqueletos y, tras un exhaustivo análisis, el estudio concluyó con que el dispositivo transfiere el peso a otras partes del cuerpo, aumentando la carga en la columna vertebral y haciendo que los músculos del torso trabajen más.
De esta forma, los investigadores sugieren que el diseño de exoesqueletos futuros tenga en cuenta este asunto, ya que puede haber un aumento de lesiones más graves que son difíciles de tratar.
El principal investigador del estudio, Gregory Knapik, ha apuntado que el exoesqueleto está destinado a descargar peso de los brazos, una función que la hace muy correctamente. Sin embargo, el peso de la herramienta, del brazo mecánico y del chaleco que se lleva puesto, va a la espalda. «Al final del día, solo estás intercambiando un problema por un problema potencialmente peor «, ha señalado.
Fuente: Consalud
