Es un conjunto de signos y síntomas que se producen como consecuencia de un aumento de presión en el compartimento osteofascial de una extremidad.
Este aumento de presión compromete la perfusión capilar de los tejidos y puede causar anoxia celular e isquemia muscular.
El Síndrome Compartimental Agudo puede originarse por fracturas, contusiones, trastornos hemorrágicos, quemaduras, vendajes o yesos demasiado apretados.
Un 40% de todos los síndromes compartimentales en las extremidades inferiores se asocia a fracturas.
La localización más frecuente en las extremidades superiores se encuentra en el compartimento volar y dorsal del antebrazo o en la musculatura intrinseca de las manos.
En las extremidades inferiores es más frecuente el compartimento anterior (cuádriceps), seguido del lateral.