Es el ergómetro más utilizado porque permite desarrollar movimientos naturales, como la marcha y la carrera.
Consiste en una cinta sin fin movida por un motor eléctrico y sobre la que el paciente debe caminar o correr a distintas velocidades y pendientes.
Aunque con las variables que se trabaja son la velocidad y la pendiente, en la valoración de deportistas la pendiente suele mantenerse fija en un 1%.
Es importante que el tapiz tenga una barra frontal y pasamanos a ambos lados, aunque el apoyo en ellos falsee la capacidad funcional calculada, ya que facilita el trabajo del paciente y aumenta el tiempo de esfuerzo.