Inserción de una aguja en el espacio subaracnoideo de la zona lumbar para obtener líquido cefalorraquídeo.
Esta intervención se realiza con el paciente sentado inclinado hacia delante o en decúbito lateral. La lordosis lumbar se suaviza debido a la inclinación y las apófisis espinosas se separan, lo que facilita la inserción de la aguja entre las apófisis espinosas de L3 – L4 o de L4 – L5.
Después se inserta la cánula justo en la mediana atravesando el aparato ligamentoso (ligameneto supraespinoso, interespinoso y amarillo). Cuándo la aguja pasa de los ligamentos al espacio epidural la resistencia disminuye considerablemente.
En este momento se puede avanzar aproximadamente 1 cm para atravesar la duramadre y la aracnoides, pero no más.
La posición de la aguja es correcta cuando de ella gotea el líquido cefalorraquídeo.
El 10% de los pacientes se quejan de dolores de cabeza, náuseas y vómitos tras la punción lumbar. Estas molestias desaparecen pasados unos dias.
De forma preventiva, el paciente debe guardar reposo absoluto en la cama durante 24 horas.