Más de 700 enfermeros y fisioterapeutas víctimas de alguna agresión durante el desempeño de su labor asistencial y de cuidados han sido atendidos y asesorados por personal especializado a través del servicio telefónico gratuito que mantiene el Sindicato de Enfermería (Satse), según ha informado la propia organización sindical.
Ocho de cada diez enfermeros han sido víctimas de agresiones a lo largo de su trayectoria profesional, según distintas encuestas realizadas por Satse en el conjunto del Estado. El servicio telefónico permanente (24 horas/365 días) puesto en marcha por la organización sindical atiende de forma personalizada y urgente al enfermero o fisioterapeuta que ha sufrido una agresión durante el ejercicio de su actividad profesional y le asesora sobre todas las medidas que puede emprender.
El servicio incluye también atención psicológica al profesional agredido y asesoramiento por parte de abogados en todo lo relativo a los pasos a seguir tras interponer una denuncia (seguimiento del procedimiento hasta la sentencia, recursos necesarios, gestiones para el cobro de la indemnización que se reconozca en el fallo judicial).
Satse es consciente de que los profesionales de Enfermería y Fisioterapia atendidos hasta la fecha por este servicio son una mínima parte de los que resultan agredidos, física o verbalmente, en los centros sanitarios y sociosanitarios, por lo que lanza un nuevo llamamiento para que no se deje pasar ningún acto de violencia. «Cuando un profesional sufre una agresión, necesita ayuda inmediata, y que tenga todos los recursos e información a su disposición para que denuncie lo sucedido, porque ningún episodio de violencia en el ámbito sanitario y sociosanitario o en visitas domiciliarias debe quedar impune», apuntan desde la organización sindical.
En todo caso, Satse reitera que lo «absolutamente necesario» es contar con una Ley a nivel estatal que garantice que el conjunto de administraciones públicas y empresas sanitarias privadas «actúan de manera conjunta, coordinada y eficaz en toda España para acabar con esta grave lacra que sigue en aumento».
En la actualidad, cada servicio autonómico de salud establece ciertos protocolos y/o planes de actuación para luchar contra las agresiones a sus profesionales sanitarios «de manera independiente, descoordinada y, en algunos casos, con importantes déficits de recursos y medios, lo que provoca resultados dispares y siempre insuficientes», critican desde Satse.
Al respecto, el sindicato critica que se perdiera una «oportunidad de oro» el pasado mes de diciembre, cuando se debatió en el Congreso de los Diputados una Proposición de ley contra la violencia en el ámbito sanitario y que, «por razones meramente políticas y partidistas», se rechazase que continuara su tramitación parlamentaria.
En concreto, esta norma contempla más de 50 medidas y actuaciones para acabar con las agresiones a los profesionales, como la elaboración y desarrollo de un Plan de Prevención contra la violencia en el ámbito sanitario o la creación de un delegado de prevención de agresiones y un registro nacional de actos de violencia, así como de un Observatorio Nacional.
Fuente: Infosalus