Los siguientes deben alertar al fisioterapeuta sobre una posible fractura:
-Antecedente de caída, golpe directo, lesión por torsión y accidente.
-Dolor localizado que se agrava con el movimiento.
-Defensa muscular con el movimiento pasivo.
-Función disminuida de la parte.
-Dolor agudo localizado en el sitio.
-Inflamación, deformidad, movimiento anormal.