El hueso es una forma de tejido conjuntivo muy vascularizado y metabólicamente activo, compuesto por colágeno, calcio, fosfato, agua, proteínas amorfas y células. Se conocen aproximadamente 206 huesos en el organismo.
Se distinguen tres tipos de células óseas:
1.OSTEOCITOS: Controlan las concentraciones extracelulares de calcio y fósforo. Participan de forma activa en el mantenimiento de la matriz ósea.
2.OSTEOCLASTOS: Son responsables de la resorción ósea. Un incremento en el número de osteoclastos es característico de enfermedades con un aumento del recambio óseo.
3.OSTEOBLASTOS: Son responsables de la formación ósea.
El hueso es el más rígido de los tejidos conjuntivos. A pesar de esta rigidez, es un tejido dinámico que sustenta un metabolismo y un proceso de remodelación constantes. El colágeno del hueso se produce del mismo modo que el de otros ligamentos y tendones, pero por parte de una célula distinta, el osteoblasto.