Los objetivos de la fisioterapia en un paciente con artritis reumatoide son:
-Disminuir el dolor y la rigidez articular.
-Mejorar el balance articular y muscular.
-Prevenir las rigideces articulares.
-Incrementar la capacidad funcional.
-Conseguir la máxima independencia para las actividades de la vida diaria (AVD).
Antes de iniciar cualquier tratamiento de fisioterapia, hay que valorar la situación del paciente, incluiremos:
-Recuento de las articulaciones inflamadas: aunque hay dieversos métodos (indice del ACR, de Ritchie, etc), en la práctica habitual es suficiente con el recuento del número de articulaciones dolorosas y tumefactas.
-Balance articular y muscular de las principales articulaciones periféricas.
-Medida del dolor mediante la escala analógica visual.
-Situación funcional global siguiendo la escala del ACR.
-Evaluación de la discapacidad autopercibida. Se suele utilizar el cuestionario HAQ (Health Assessment Questionary), validado para la población española, que analiza la capacidad del paciente para vestirse, asearse, comer, caminar-pasear, realizar la higiene personal.
-Valoración con el diagrama de HAEP de los cuadros de ansiedad y depresión, al tratarse de una enfermedad que provoca dolor y deterioro funcional.
-Reactantes de fase aguda: en esta primera visita hemos de asegurarnos de que el paciente no está sufriendo un brote inflamatorio, para lo cual junto con la clínica sería necesario un control analitico con VSG y PCR.