Colocamos la boquilla en la boca, cerrando con los labios su contorno con el fín de que no salga el aire.
El paciente inspira lenta y profundamente a través de las fosas nasales, realiza una apnea de 3 – 4 segundos y después espira durante 4 segundos. Se realiza esta mecánica de ejercicio durante 10 veces. Al finalizar tosemos 2 o 3 veces arrastrando las secreciones hacia las vía superiores.
Las vibraciones del aparato se ajustarán según el criterio médico.